Junto al paquete de medidas del Gobierno, busca frenar el drenaje de reservas. La entidad abandona las devaluaciones diarias uniformes y el viernes convalidará una suba del tipo de cambio mayorista de 70 centavos. Los pases pagarán 24% para empujar un alza de los plazos fijos

Como parte de las decisiones coordinadas por el gabinete económico para intentar detener la sangría de reservas y las presiones cambiarias, el Banco Central anunció este jueves un set de medidas y un cambio en los lineamientos de política monetaria. La entidad que preside Miguel Pesce avanzará en una suba de tasas para fomentar el ahorro en pesos, terminará con la tablita que marcaban un ritmo constante de devaluación del dólar oficial y habilitará el uso de yuanes para el comercio exterior con China, entre otros puntos.

Las medidas buscan atacar desde distintos ángulos las vías de presión sobre las reservas, que en los últimos días perforaron los USD7.000 millones en términos netos en el marco de un drenaje que no frenó con el ajuste del cepo dispuesto el 15 de septiembre.

Una de las principales novedades fue la decisión de modificar el esquema de flotación administrada del tipo de cambio oficial. El BCRA abandonará el «mecanismo de devaluación uniforme», tal como lo describió en su comunicado, que imponía una suba diaria del dólar mayorista de entre 6 y 7 centavos de forma constante. Ahora pasará a un sistema con mayor volatilidad en el manejo, con el objetivo de restarle previsibilidad al mercado y evitar maniobras especulativas.

La primera muestra será este viernes. Fuentes de la entidad confirmaron que Pesce convalidará una suba del mayorista de 70 centavos en el día, a través de una postura de venta desde la apertura a $76,95 por dólar. Y aclararon que esto «no representará un patrón de comportamiento ni significará que se devaluará diariamente este valor nominal».

En el mercado, algunos leyeron esta decisión como el inicio de una aceleración de la depreciación del peso pero en la autoridad monetaria aseguran que no es así. Es que consideran que el tipo de cambio actual es competitivo, por lo que se buscará sostenerlo en términos reales, es decir, que acompañe la inflación pero no a un ritmo diario preestablecido.

Sin embargo, este salto inicial del 1% en un día trasluce una de las intenciones del nuevo sistema: acompañar la baja temporal de retenciones a la soja con una suba importante del dólar mayorista como incentivo combinado a la pronta liquidación de las exportaciones, que el agro viene pisando a la espera de mejores condiciones (en septiembre cayó 14,6% interanual, según Ciara y CEC). La necesidad es incrementar la oferta de divisas en el corto plazo para morigerar la salida de reservas.

Como la intención es sostener el tipo de cambio real, en las semanas y meses posteriores el ritmo de depreciación podría aminorarse.