De los 35 programas en curso, el argentino es el de mayor monto. Se augura una clásica negociación con ribetes de pandemia, pero contra un plan.
Hay vigentes cinco líneas del Fondo, unas aplicables a todos los países, otras solo para los que tiene un sólido desempeño macro y otras para los países de bajos ingresos.
Para el caso aplicable a cualquier país, está por un lado la línea SBA (Stand By Arrangement) que es para los que enfrentan problemas de balanza de pagos. Los montos van desde un 145% anual de la cuota del país y 435% acumulado. La duración es de no más de 36 meses. El principal requisito es un programa completo con metas cuantitativas, principalmente monetarias, fiscales y de reservas. Hoy hay 5 vigentes, entre ellos el de Argentina, junto con Armenia, Egipto, Honduras y Ucrania. Por otro lado está la línea Extended Fund Facility (EFF) que es para países con inconvenientes graves a mediano plazo debido a problemas estructurales que tardan tiempo en resolverse. Los montos van desde 200% anual y 600% acumulado y cómo máximo 4 años de plazo. El requisito es un programa completo con metas cualitativas (reformas estructurales) y cuantitativas (idem Stand-By). Hoy hay 9 vigentes, Angola, Barbados, Bosnia y Herzegovina, Costa de Marfil, Guinea ecuatorial, Etiopía, Georgia, Jordán y Pakistán. Para el caso de países con sólidos desempeños macro e institucional -no el caso argentino- están la Flexible Credit Line (FCL) que son préstamos contingentes para prevenir crisis. No tiene montos límites y son líneas renovables. Si se usa hay un examen al final del primer año. Hoy solo 4 países la tienen, Colombia,Chile, Perú y México. Luego está la ex-Precautionary and Liquidity Line (PLL) hoy PCL o Línea precautoria para atender las necesidades de liquidez. Hay otras dos líneas para países de bajos ingresos, pero tampoco entraría Argentina, la Extended Credit Facility (ECF) y la Stand by Credit Facility (SFC).
