Un primer efecto del acuerdo de la deuda fue cierta calma en frente cambiario. Ahora bien, ¿alcanza el «deal» con los acreedores para que se profundice para que se achiquen las brechas, y que haya lugar para relajar el cepo? Varios analistas consultados por Ámbito dan su veredicto.

Un primer efecto del tan anhelado acuerdo de la deuda soberana en dólares bajo ley extranjera fue la relativa calma en frente cambiario, en particular, en los dólares financieros y sobre todo en el blue. Del récord de $140 en el paralelo hace poco más de una semana, pasamos a $128 el martes, es decir, una baja cercana al 10%, más allá de un previsible ínfimo rebote este miércoles. En el caso del dólar “contado con liqui” y dólar MEP o Bolsa, las mermas fueron menores, pero ambos perforaron el nivel psicológico de los $120, en una primera señal respecto a que el frente cambiario se puede domar si el Gobierno va solucionando algunos desequilibrios.

Y sin dudas, con el arreglo de la deuda, se despeja una fuerte presión sobre el sector público. Tras el acuerdo con los acreedores, la Argentina enfrentará vencimientos en dólares por solo u$s4.500 millones en los próximos cinco años, en lugar de los originales u$s30.200 millones, según el Ministerio de Economía, que puntualizó que la reestructuración permitirá reducir el interés que pagan los bonos a una tasa promedio del 3,07%, cuando la deuda anterior pagaba cerca del 7% en dólares. “Con el grueso de los vencimientos de deuda empujados hacia el futuro, la capacidad de pago del Estado ahora es vista como mucho más sólida. Y la probabilidad de una nueva crisis de deuda, como mínimo, se posterga”, remarcaron desde Mills Capital.