Para el organismo la emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal del 2021 no debería superar el 1,5% del PBI. Un porcentaje mayor, sería peligroso para la estabilidad monetaria, inflacionaria y cambiaria.

Para el Fondo Monetario Internacional (FMI), la emisión monetaria para cubrir el déficit fiscal del 2021 no debería superar el 1,5% del PBI. Según los técnicos del organismo financiero, un porcentaje mayor, sería peligroso para la estabilidad monetaria, inflacionaria y cambiaria. En consecuencia, el gobierno de Alberto Fernández tendría que reducir su proyección incluida en el Presupuesto 2021, de un déficit total de 4,5% del PBI; el que se financiaría en un 40% con endeudamiento y 60% de emisión. Ese nivel, en el mejor de los casos, no podría superar el 30%. Esto es casi la mitad. En consecuencia, el país tendría que emitir deuda por casi un 1,5% más que lo proyectado en el presupuesto. La intención de Martín Guzmán es aceptar en lo que se pueda la “recomendación”, más si se toma a este capítulo como el principal escollo que existe entre la situación actual y la firma de la “Carta de Intención” entre Argentina y el FMI como principal insumo para un futuro acuerdo de Facilidades Extendidas Reloaded. El problema es que la alternativa de una mayor emisión de deuda está por ahora vedada políticamente, más si se tiene en cuenta que desde el Senado se prohibió explícitamente la alternativa de tomar deuda para cubrir gastos corrientes. Entendiendo además el déficit fiscal como parte de ese “gasto corriente”. Y más si la alternativa de tomar más deuda es en divisas y no en pesos, operación que de incrementarse en demasía y desequilibrio absorbería la suficiente cantidad de moneda como para que el sector privado termine desamparado ante la posibilidad de tomar créditos productivos. Esto, en un año donde lo que busca el Gobierno es la recuperación económica de los privados (especialmente pymes), para el ala política del oficialismo es imperdonable