El saldo sigue siendo magro. Los inversores siguen tomando coberturas ante los cálculos que les dan una aceleración de la inflación y descuentan ya un 55% para los próximos 12 meses. Por eso eligen instrumentos financieros cortos. La brecha entre el dólar oficial y el paralelo implica necesariamente que el BCRA seguirá perdiendo reservas, ya que a mayor brecha, mayor propensión a demandarle divisas a la entidad. La última semana la brecha volvió a ampliarse, lo que redundó en mayores ventas. El blue se disparó de $146 a $164.
La negociación con el FMI remite inmediatamente a la idea del Gobierno de ir detrás de un Acuerdo de Facilidades Extendidas, aunque con características diferenciadas. Básicamente, sin condicionalidades muy ajustadas, sólo una especie de promesa futura en sentido amplio. Reducción del déficit, política monetaria contractiva, tipo de cambio de equilibrio. Se sabe: la salida a un préstamo inédito en la historia del FMI deberá ser una reestructuración inédita. Tras avisar que no habrá IFE4, la Casa Rosada mostró su fórmula de movilidad jubilatoria. Hay que tener en cuenta que 4 de cada 10 pesos del gasto se dispensan en el pago de estos beneficios y que el FMI suele oponerse a este tipo de ecuaciones porque consideran que no es viable en términos fiscales para un país en déficit. Si el FMI exige a la Argentina un déficit del 3% del producto bruto para 2021 (que implica un recorte adicional), habrá que ver cómo sostiene Guzmán su plan. El tiro del final (por elevación) lo dejó el ministro para los misioneros de Washington. Presentó en el Congreso el proyecto para que los acuerdos futuros con el FMI tengan que ser aprobados por el Poder Legislativo. Es parte de la estrategia. Que el desmemoriado Fondo recuerde. Tiempos difíciles. Grandes esperanzas.